Historia

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Introducción

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Coria del Río está situada en la margen derecha del Río Guadalquivir, hacia el sur de Sevilla, a una distancia de unos 12 Km. aproximadamente. Situada en la zona de contacto, de tránsito entre tres comarcas diferentes como son el Aljarafe, La Ribera y la Marisma, esto hace que Coria del Río tenga una privilegiada situación.

El Guadalquivir es el elemento fundamental de Coria del Río. En torno a él ha girado, y sigue girando su historia, sus actividades, tradicionales, sus riquezas y también, en ocasiones, sus inconvenientes, ¿quién no ha conocido las riadas, las inundaciones del gran río?

Alrededor del río se organiza este gran pueblo, de tal modo que su término municipal está dividido o seccionado en dos partes desproporcionadas, estando en la margen izquierda la mayor parte de su término y en la margen derecha su población, unos 23.000 habitantes aproximadamente.

Dada su privilegiada situación geográfica y la fertilidad de la zona, Coria ha sido asentamiento de todas las culturas, como demuestran los numerosos hallazgos arqueológicos encontrados. Así, hay numerosos restos del Neolítico, como hachas pulimentadas, cuchillos, puntas de fecha del Calcolítico y hallazgos del Bronce final y época Ibérica. Aunque estos testimonios no permiten llegan a remontarnos a la antigüedad de Coria del Río, se sabe que data del año 3.000 a J.C. En aquélla fecha el pueblo o asentamiento poblacional estaba situado en el Cerro de San Juan.

Es a partir del año 1.000 antes de Cristo, cuando se encuentran numerosos restos arqueológicos de aquélla época, y es cuando se empieza a conocer bastante bien el origen de Coria del Río como ciudad urbana. Indicios apuntan a que los fenicios establecieron en Coria un importante puerto fluvial con factoría. Bajo la dominación romana recibió el nombre de Caura Siarum pasando a denominarse después "Caura", que ha dado origen al nombre de Coria. Mantuvo su importancia, y se tiene ya constancia de la acuñación de moneda, con imágenes de un pez. Son muy abundantes los restos romanos hallados en la villa, y se destaca un cipo que se conserva en la Ermita de la Vera-Cruz.

Sufrió en el año 885 una invasión normanda que arrasó la villa y diezmó la población.

Durante la Edad Media está dominada por los árabes, al igual que casi todo el territorio sur de la provincia, y recibió la denominación de "Qawra". En la conquista cristiana quedó prácticamente desolada, y fue repoblada por mandato de Fernando III y, posteriormente, en época de Alfonso X, asentándose familias catalanas y aragonesas.

En Octubre de 1.614 se aloja en Coria del Río la Embajada Japonesa de Hasekura Tsunenaga, dejando en la localidad como recuerdo el apellido Japón, como resultado de su descendencia.

Perteneció al conde-duque de Olivares desde el siglo XVII, pasando después a ser propiedad del conde de Altamira.

Desde los albores de la historia hasta casi la actualidad ha sido secular la vocación marinera y pescadora de la villa, que se ha perdido casi por completo debido a la contaminación del Guadalquivir.

Son muy numerosos los intelectuales y artistas que ha dado Coria. Baste citar a fray Francisco de Acosta, evangelizador de Méjico; al teólogo Manuel Martínez Campos, los pintores Manuel de la Rosa y Andrés Martínez de León; el historiador José Luis Asián Peña y un largo etcétera en todos los ámbitos de la cultura.

El malagueño Blas Infante, reconocido hoy como Padre de la Patria Andaluza, fue padre del nacionalismo moderno andaluz y exponente del infortunio, la generosidad y las coordenadas del andalucismo actual, pagó su entrega por Andalucía con lo más caro: su vida. Coria del Río, acoge como reliquia de ese pasado, la casa en la que vivió y creció este ilustre personaje andaluz.

Coria del Río, no es una excepción dentro del área metropolitana a la que pertenece, cuando consideramos la importancia de su patrimonio natural, histórico y artístico, siendo una de sus destacadas virtudes frente al interés turístico que puede despertar.

No sería de justicia, por sus valores, tratarlos de jerarquizar en importancia; por esa razón presentamos este pequeño compendio sin olvidar a los que en un el futuro se pueden incorporar.

Sirva de muestra la Parroquia de la Ntra. Sra. de la Estrella, La Ermita de San Juan Bautista, La Capilla de la Virgen del Rocío, La Iglesia de Ntra. Sra. de la Soledad y su plaza, así como los antecedentes de la importante trascendencia del apellido "Japón" en esta localidad.